Proyecto Productora
Introduction
«Visiting a museum is a matter of going from void to void»
Robert Smithson, Some void thoughts on museums´1967
El proyecto para el Museo de Arte Contemporáneo de Lima, Perú, se basó en dos puntos de partida establecidos por la artista Sandra Gamarra, que originó el concepto del LiMAC: El museo conservaría los «clásicos» espacios ortogonales y como edificio, debería desaparecer en el paisaje desértico de las afueras de Lima. Ambas premisas nos agradaron.
1. Intentamos combinar en el proyecto del LiMAC dos tipologías de museo diametralmente opuestas. La tipología del museo del siglo XIX que consiste en una sucesión de espacios delimitados por cuatro muros (la clásica sala de exposición) y el espacio museográfico del siglo XX: el espacio blanco abierto de la galería o loft (la planta libre lograda a través de una retícula de columnas). En el espacio central del LiMAC insertamos un gradiente de volúmenes cuadriculares: en uno de sus lados el museo comienza con una retícula de columnas ubicadas en el espacio libre y hacia la otra esquina, se extiende en una agrupación de cuartos divididos por pasillos. Así se genera un espacio museográfico que establece relaciones ambiguas entre los espacios contenidos de exposición (las «salas») y el habitáculo abierto que se despliegue entre los volúmenes. En las primeras, las manifestaciones artísticas encuentran un espacio definido y en la otra, se despliegan por un circuito reticular abierto.
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El Sueño…
El Sueño de la casa propia por Sandra Gamarra
El LiMAC no es el museo ideal, no intenta tampoco ser un museo diferente. Responde al igual que los museos reales a deseos de unos pocos. El museo hace palpable un espacio donde el hablar, crear y exponer arte tienen sentido real; donde se hacen realidad utopías que nos permiten pensar que éstas son necesarias. La construcción de un museo se realiza siempre en terreno movedizo. Tal vez por eso nunca se está de acuerdo totalmente con ellos, nunca se hace una labor correcta, nunca estamos todos, nunca están los que tienen que estar. Son sueños los que se proyectan en un espacio limitadamente real. En ese sentido, LiMAC es más cercano a la realidad que se espera, pues al no poseer límites, todo puede caber dentro de él. La falta de un museo, como si de un cementerio se tratase, se traduce en la desaparición del pasado, en la negación de un proceso. No tener un lugar donde conmemorar el pasado repercute en un presente que se recrea a sí mismo constantemente, imposibilitado de proyectar un futuro. Ocurre, pues, que las obras de artistas locales terminan en colecciones foráneas, particulares o durmiendo en talleres, porque Lima es aún incapaz de cobijarlas. El pasado se pervierte y se trastoca en presente permanente, el presente se superpone y se multiplica en un desorden de capas inconexas. LiMAC pretende ordenar estos tiempos, aunque esto signifique su propio entierro en el pasado. La creación de un museo «real» en Lima no terminaría con la ficción de LiMAC, en todo caso le serviría de límite natural, dando paso a entes similares que puedan crear un diálogo, que a su vez convoquen a más participantes en él.
El LiMAC, como tantos sueños sin cumplir, crece en nuestro imaginario, va completando una colección, inaugura exposiciones, se va llenando de gente. El presente proyecto arquitectónico para el LiMAC, es un estado más de este sueño, completa el sueño, creando un escenario para él.
Sandra Gamarra (2006)
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No se aplican…
No se aplican restricciones por Ruth Estévez
Si buscamos el significado de la palabra «curador» desde su raíz etimológica [curatela] es «aquel individuo que esta cargo de los bienes de los niños y los locos». Este término, aplicado a la práctica curatorial artística tiene un significado diferente, pero no deja de tener sentido ya que se ocupa de dos caracteres muy bien ubicados en el mundo infantil y en el paradigma de la locura: el curador tiene como una de sus posibilidades de acción, crear discursos visibles cartográficamente en el museo, fuera de exigencias funcionales, comportamientos convencionales, estructuras oficiales e incluso bajo una perspectiva atemporal.
EL LiMAC parece el lugar propicio para este tipo de opción curatorial. Concebido como un espacio fuera de la ciudad, tampoco podemos entenderlo como enclave que pueda desviar la atención hacia la periferia. Enterrado en el «desierto Peruano», su autonomía como ejercicio arquitectónico predomina por encima de cualquier otra característica de sitio específico. Y aunque es cierto que pueda tener ciertas reminiscencias arqueológicas/antropológicas acoplables al pasado prehispánico, el paralelismo no deja de resultar anecdótico. El LiMAC es un espacio concebido bajo perspectivas espaciales y pensado como un gesto absoluto que juega con la grandiosidad del paisaje y sus alegorías geográficas.
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Hablando del espacio
Hablando del espacio (para un museo), por Kersten Geers
1. El museo LiMAC de PRODUCTORA habla del espacio. Aunque pareciera evidente, hoy en día no es tan obvio y menos cuando hablamos de arquitectura. En la idea de desarrollar el espacio del museo en un contenedor rectangular subterráneo, organizado de forma gradual por una serie de columnas de base creciente, se tomaba una posición decisiva. En primer lugar, el edificio responde a las exigencias programáticas y en segundo, es una tipología espacial. En paralelo es importante entender de lo que NO trata este edificio. Cuidadosamente, el LiMAC evita hablar de la apariencia del museo y de cómo se representa a sí mismo. Claro está que uno podría argumentar que es inevitable dado el contexto en el que está insertado. No lo conozco y me atrevería a decir que considero poco importante conocerlo. Aunque tenga posibles nexos con su entorno, el museo es concebido desde dentro. Se basa en una consciente tipología espacial que tan solo roza vagamente el tema del contexto. El museo ha sido desarrollado como entidad subterránea. El proyecto parece ser mas escarbado que implantado.
De nuevo, lo que cuenta es lo que queda al descubierto. La arquitectura deviene en todo lo que se quita, todo lo que se sustrae. Así, lo que está abierto, lo que resulta, se convierte en el actor principal: el espacio del museo. Sin embargo, la metáfora de la excavación sigue siendo ambigua. Las propias columnas lo contradicen. Su distribución nos remite a la idea de la gran sala hipostilo, con columnas gigantes en una retícula racional.
El concepto del museo del LiMAC, diría, tiene cierta semejanza. Lo único es que aquí, el tamaño de las columnas cambia de forma dramática, lo que genera un efecto diferente. Es esta particularidad la que confunde la percepción: el edificio aparece a la vez como lugar excavado y como espacio dominado por un estricto principio regulador.
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Cultura subtérranea
Cultura subtérranea por Aldo Chaparro
Hace unos meses estaba frente a la televisión cambiando de canales con un movimiento mecánico, viendo pasar cientos de imágenes sin que ninguna lograra capturar mi interés (la velocidad con la que cambio los canales es prácticamente insoportable para mi familia por lo que generalmente veo la televisión solo). De pronto, una imagen entró directamente en mi cabeza, me tomó unos segundos reconocerla: era la pirámide. Esa enorme mole de barro que marcó mi percepción del volumen para siempre; un programa del National Geographic analizaba datos sobre su construcción.
Cuando era niño mi familia vivía frente a una pirámide precolombina que por casualidad había quedado atrapada en medio de una zona residencial en Lima. Desde mi ventana podía ver perfectamente aquella masa gigante perfilándose desde la acera opuesta de la calle contra el siempre neblinoso y gris cielo de Lima la horrible -como la bautizara Salazar Bondy-. Pero mi experiencia no era sólo contemplativa en la pirámide de Huallanmarca. En aquel espacio gigante, en sus rampas, andenes y cumbres, pasé toda mi infancia y mi adolescencia, siendo testigo de muchas etapas de mi formación. Desde la parte más alta, se podía ver el mar y las puestas de sol. Todas las tardes del verano nos reuníamos en este lugar milenario a hacer lo que seguramente habrían hecho sus primeros habitantes, arquitectos y constructores.
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I like potatos
LOL