La línea media
Vistas de exopsicón
Obras
Aristas
Vanja Pagar (Croacia, 1969) / Etel Adnan (Líbano, 1925)
Ana Arcas (España, 1983) / João Queiroz (Portugal, 1957)
Dare Dovidjenko (Croacia, 1949) / Daniel Gustav Cramer (Alemania, 1975)
Sandra Gamarra (Perú, 1972) / Geert Goiris (Bélgica, 1971)
Josh Begley (Estados Unidos, 1984) / Olafur Eliasson (Dinamarca, 1967)
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La línea media
El LiMac reúne en su octava exposición en Madrid las obras de 11 artistas en torno a la noción de horizonte que hemos heredado de la pintura de paisaje occidental.
La naturalización del paisaje ha extendido conceptos que han determinado nuestra relación con el entorno. Éste sigue siendo un medio para entender el “exterior” y en tanto que lo acerca, crea al mismo tiempo una distancia.
A través de esta línea media, la profundidad y la cercanía se yuxtaponen. El mundo exterior se reduce y se fragmenta en planos, con sus propias lógicas y prioridades. Durante los siglos de colonización, las pinturas de paisajes exóticos sirvieron como herramienta de conquista territorial simbólica que, en paralelo al éxodo rural europeo a las ciudades y la subsecuente expropiación de las tierras a manos del poder, desplazaron al ser humano de su entorno ancestral. El paisaje siempre es amplio y deshabitado, abierto y dispuesto a ser organizado por el hombre occidental. Hoy en día, los desastres ecológicos y las tensiones territoriales son un síntoma de cómo nos relacionamos con el lugar que habitamos.
El horizonte ordena el arriba y el abajo, el cielo y la tierra, lo vacío y lo lleno. Aparece como una línea que rodea la vista y que coloca cada elemento en su lugar. Sin embargo, el horizonte solo existe en la mirada, es una ilusión que, al igual que las fronteras, condiciona el territorio. Como el marco que contiene la pintura, el horizonte organiza el “desorden natural” de manera continua y permanente.
La línea media presenta cinco pinturas de la serie Relaciones, donde Vanja Pagar (Croacia, 1969) depura la esencia del paisaje yuxtaponiendo dos franjas de color en un formato rectangular, para representar el horizonte del mar en diferentes momentos del día. En un diálogo directo con los estudios de color de los impresionistas y de Josef Albers, el artista crea paralelos con el minimalismo de Blinky Palermo.
La obra de la aclamada artista y poeta Etel Adnan (Líbano, 1925) enlaza la abstracción con la figuración del paisaje. En la pintura de la montaña Tamalpais, en San Francisco, que Adnan pintó numerosas veces, como Cézanne pintara la montaña Saint Victoire (1), la utilización de los colores vibrantes recuerda a los paisajes de arte naif, que, al igual que ella, celebran la vida y la naturaleza como una unidad.
Al observar las dos pinturas de Ana Arcas (España, 1983), la reducción de la naturaleza se hace tangible. En su obra Peter Doig en Lima, Arcas capta la inmensidad del mar, con un horizonte desdibujado por la neblina y una mínima pincelada que sitúa un barco en medio del Pacifico. En Que el color del mar no sepa lo que hace el del cielo, la bruma de la costa peruana mimetiza en un mismo tono los elementos del paisaje.
Las pinceladas de la reciente pintura encáustica de João Queiroz (Portugal, 1957) generan un espacio circular. En ésta, el perfil de la tierra y del cielo se bañan en un mismo halo de luz. El movimiento de la pintura delinea el relieve cambiante del horizonte.
En el díptico ¿Cómo es?, el artista residente en el Perú, Dare Dovidjenko (Croacia, 1949), pregunta cómo se pueden mirar las ruinas de Pachacamac en el terreno arenoso de la costa limeña. Las dos pinturas presentan una misma escena, pero una de ellas ha sido colgada al revés. En esta inversión del horizonte, el humor sirve de clave para disolver las convenciones y mostrar el lado surreal del paisaje.
El desierto fotografiado por Daniel Gustav Cramer (Alemania, 1975) en la obra de gran formato Sin título (Sands) III capta las vibraciones del viento y de la tierra, donde una multitud de líneas forman un ritmo de ondas paralelas. El punto de vista no permite distinguir el horizonte pero las líneas crean un juego óptico que parece infinito. En otra obra del artista, un díptico fotográfico de la serie Tales, que reúne escenas de viajes a veces sólo separadas por segundos, se establece una relación con el fragmento y la continuidad de una posible narrativa del paisaje.
La tensión entre el horizonte y su representación se manifiesta en No hay líneas rectas en la naturaleza donde Sandra Gamarra (Perú, 1972) se apropia de varias obras de paisaje clásico para pintarlas en unas bases de espejo. Distintas líneas de horizonte se entrecruzan y expanden el contenido original de cada obra. Mediante esta ilusión, Gamarra cuestiona la representación y la estructura del paisaje.
Al capturar una explosión en la quietud de un lago, la fotografía Blast#6 de Geert Goiris (Bélgica, 1971) interrumpe la supuesta neutralidad del paisaje tradicional. Aparece un horizonte difuso, esta vez determinado por la presencia del hombre.
La pintura hecha a partir de una imagen del video Tableau Bateau (literalmente Cuadro Barco) de Sean Snyder (Estados Unidos, 1972) permite hablar de esta obra que desgraciadamente no pudo llegar a tiempo a la exposición. Realizada a partir de fragmentos encontrados en Internet de tempestades marítimas acontecidas desde principios del siglo pasado hasta los años recientes, está reproducida en un teléfono móvil hackeado. Asocia la liquidez de estas escenas marítimas con la movilidad de la imagen en este soporte. Las tempestades son la metáfora de los cambios acontecidos en la tecnología pero también se pueden entender como síntoma de la crisis ambiental que se avecina, que muestran un horizonte intangible en permanente ondulación.
El horizonte cambia radicalmente en el video de Josh Begley (Estados Unidos, 1984) al utilizar un punto de vista satelital. Su película Best of Luck With the Wall recorre en 6 minutos hipnóticos toda la extensión de la frontera de México y Estados Unidos. El artista enlazó más de 220.000 imágenes de Google Maps en donde el límite fronterizo se lee como un horizonte socio-político. Best of Luck… fue producida por la periodista Laura Poitras (autora del documental Citizen Four sobre Edward Snowden) y su banda sonora está compuesta por Andy Moor de la notable banda anarcopostpunk The Ex.
Otro cambio de perspectiva se observa en un fotograbado de la Serie Cartográfica III de Olafur Eliasson (Dinamarca, 1967) hecho a partir de fotografías satelitales de alta definición de la NASA cuyos derechos fueron adquiridos por el artista. Se muestra cómo nuestra forma de ver y de entender el mundo está mediado por los avances tecnológicos y nuestro horizonte está ahora determinado por ellos.
En este recorrido por desiertos, mares, bosques y cielos vemos el horizonte transformándose de un estado determinado y racional a otro múltiple y ambivalente. La línea media se desmorona, se ondula, se regenera. Ya no es la línea que organiza el mundo, sino una que altera el mundo asumido.
Antoine Henry Jonquères
(1) Laura Herman, “Hans Ulrich Obrist”, TLmag 25 extended, Jul 8, 2016, http://tlmagazine.com/hans-ulrich-obrist/