El ojo y el brazo

La ventaja fundamental del panóptico es tan evidente que quererla probar sería arriesgarse a oscurecerla. Estar incesantemente a la vista de un inspector es perder ,en efecto, el poder de hacer mal, y casi el pensamiento de intentarlo. Jeremias Bentham El panóptico que aparece en el díptico, mantiene arquitectónicamente su estructura original pero tras unas décadas funcionando como prisión, ha sido abandonado por el poder, sin embargo sigue habitado por vagabundos y emigrantes, visitado asiduamente por grafiteros y recolectores de metal… pero esta vez voluntariamente. La razón pura falla de nuevo lo que nos hace suponer que el instinto de escapar, de sobrevivir es más fuerte que la razón más elaborada. El Ojo y El Brazo es un título que le confiere al edificio un matiz de ente con vida propia ya que sus transformaciones pasan , no sólo del orden al Kaos, también el ojo del poder y sus brazos se llenas de obras de arte, de archivos, de ancianos y centros comerciales entre otras cosa.