Más sobre Indicios
“Indicios” se retoma de un proyecto colectivo creado y curado por Martín Ugaz llamado “Continuación de la Ciudad” – 2001, donde se asignó a cada fotógrafo, un edificio abandonado del Centro Histórico de Lima.
En el 2006 continué fotografiando el mismo edificio.
————————————————————————————————————————————————- Las superficies son la primera impresión del mundo. Tal vez la única.
No son un mundo flotante. Son concretas y precisamente múltiples, reconociblemente llanas y simples. Es el ojo el que se encandila con algunas de ellas y persigue ser subyugado, quedar hipnóticamente encadenado a una dimensión ambiguamente disuelta, sin llegar a ser transparente.
La fotografÌa de Edi Hirose hace un registro que contiene las cosas, sin que estas se presenten contenidas. Contener es detener un flujo procurando describir los bordes de un espacio en el proceso. Es encausar lo real de un proceso y retenerlo, sin pretender controlarlo.
Las imágenes de Hirose est·n claramente desprovistas de contenido. No proveen una narrativa ni señalan condiciones de lectura para extraerla. Su vocación es el despojamiento, el desechamiento de toda explicación, el desaprovechamiento consciente de la oportunidad de fugar por el camino de la ensoñación y dar la espalda a niveles y texturas primarias del espacio habitable por definición: un interior. Porque en esta serie su ojo explora -sin estar contenido- un interior que est· en desuso y que no abre más sus puertas al exterior. Un compartimento estanco m·s no hermÈtico, hecho de superficies que llevan las marcas extraÒas de usos no declarados y que por tanto se sustraen a la comprensión de tiempo y lugar, de la historia que facilite la lectura.
Hirose registra sin buscar razones. Encuadra cada marca, sin embargo, en un intento de entender y dar a entender los elementos como soporte sobre el cual poder construir las primeras letras de un alfabeto para legos. Su auscultación visual de una realidad material podrÌa ser la prueba de que lo real no est· nunca oculto ni es esquivo. Es desde lo real del habit·culo que Èl se permite atisbar en dos ocasiones la existencia de lo real del exterior, inabarcable, casi inasible. Desde el interior como mirador-observatorio, la ciudad se erige tenuemente como una continuaciÛn que desborda los lÌmites del encuadre.
Jorge Villacorta Chavez, junio 2008.