Más sobre No hay líneas rectas en la naturaleza
La tensión entre el horizonte y su representación se manifiesta en No hay líneas rectas en la naturaleza donde Sandra Gamarra (Perú, 1972) se apropia de varias obras de paisaje clásico para pintarlas en unas bases de espejo. Distintas líneas de horizonte se entrecruzan y expanden el contenido original de cada obra. Mediante esta ilusión, Gamarra cuestiona la representación y la estructura del paisaje.